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"We are all the living dead"

Autor: Andrea López / CdF

Dieciocho generaciones de familias unidas por sangre, conejos de prueba contagiados con un virus letal en Australia, la primera mujer que secuestró un avión, las víctimas de genocidio en Bosnia y los muertos vivientes en la India componen Un hombre vivo declarado muerto y otros capítulos I – XVIII, obra de la reconocida fotógrafa norteamericana Taryn Simon (1975).

El trabajo de Simon se expone actualmente en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York y consta de una, en apariencia compleja, instalación. Cada “árbol familiar” está compuesto por tres segmentos. En el primero, los retratos de los miembros relacionados directamente por sangre son ordenados sistemáticamente y numerados. Esta secuencia está estructurada para incluir descendientes y ascendientes vivos de un individuo en particular, dejando en blanco los espacios de aquellos que no accedieron a ser fotografiados (ya sea por que estaban cumpliendo servicio militar, tenían la fiebre del dengue o mujeres que no recibieron el permiso por motivos religiosos o sociales). Estos retratos son seguidos por un texto donde la artista construye una narrativa detallada sobre la familia. Por último, Simon incluye imágenes a modo de “nota al pie” que proveen evidencia sobre el relato antes creado.

Como se describe en el sitio de la autora, "su coleccción es a la vez cohesiva y arbitraria, diagramando las relaciones entre la casualidad, la sangre, y otros componentes de la fatalidad (...) La presentación de Simon explora la lucha por determinar los códigos y patrones inmersos en las narrativas que documenta, haciéndolos reconocibles como variaciones (versiones, traduccciones, adaptaciones) de episodios arquetípicos del presente, pasado y futuro. En contraste con el metódico orden del “árbol genealógico”, los elementos centrales de la historia – violencia, resistencia, corrupción y supervivencia – desorientan la estructurada apariencia del trabajo. Un hombre vivo declarado muerto y otros capítulos I – XVIII subryaya los espacios entre el texto y la imagen, la ausencia y la presencia, y el orden y el desorden".

El nombre de la obra está dado por una de las particulares historias de los personajes de Simon; un hombre hindú que en vida se dio cuenta que había sido declarado muerto en los registros oficiales de la India. Abordando las ideas de poder, religión y familia, la autora busca crear un "catálogo absoluto, algo que no pudiera interrumpir o editar por elección”, lo cual, según sus palabras, “me llevó a la sangre”.

Para ver Un hombre vivo declarado muerto y otros capítulos I – XVIII hacer click aquí.

Para ver la charla de Taryn Simon " Las historias detrás del árbol genealógico" en TED hacer click aquí.