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El Padre de Gardel: linajes intrincados

Autor: Mauro Martella / CdF

Tengo miedo del encuentro
Con el pasado que vuelve
A enfrentarse con mi vida
Volver (Carlos Gardel / Fernando Z. Maldonado / Alfredo Le Pera)
 
El árbol de Escayola
Al entrar a la sala del Centro de Fotografía, salta a la vista el inmenso árbol genealógico con la descendencia de Carlos Félix Escayola Medina (1845-1915). Se casó sucesivamente con tres hermanas de apellido Oliva: Clara (1850-1871), Blanca (1855-1886) y María Lelia (1870-1905). Catorce hijos son el resultado de esos tres matrimonios, pero se calcula que Escayola es padre natural de otros cincuenta, productos de relaciones extramatrimoniales.
Estando aún casado con Blanca Oliva, engendró con su hermana María Lelia Oliva, cuando esta tenía apenas 13 años, a uno de sus tantos hijos ilegítimos: Carlos Gardel.

 
El legado cultural de Escayola
“Siempre me pregunté por qué tenemos tantos referentes de la cultura que vienen de Tacuarembó”
, comentó el productor y realizador Ricardo Casas, en una entrevista realizada especialmente para Indexfoto. “Hice un documental sobre Darnauchans, otro sobre Benedetti y la curiosidad crecía hasta que encontré la historia del Coronel Escayola y hallé una explicación: la cultura es una inversión de largo plazo. El coronel construyó un teatro de ópera en 1891, en Tacuarembó, además de ser él mismo encargado de fomentar la cultura artística en el departamento. Seguramente ese trabajo del Jefe Político de Tacuarembó generó un movimiento que dio sus frutos años después, y sigue dando”, agregó Casas.


En 1891, el coronel Escayola le encargó al ingeniero L’Olivier, de la Compañía Francesa de Minas de Oro del Uruguay, la construcción de un teatro de ópera. El Teatro Escayola era lujoso y tenía todas las  comodidades de cualquier teatro europeo. En una época en que el gobierno construía edificios para la defensa, sobre todo en los lugares de frontera, en Tacuarembó se construyó un teatro. Costó unos 25.000 pesos, lo que significó un golpe grande para la fortuna del coronel. 
Las compañías de teatro y ópera actuaban en Río de Janeiro y después iban al Teatro Colón de Buenos Aires, pero antes hacían escala en Tacuarembó. El coronel programaba con mucha anticipación y las entradas se vendían en toda la región, inclusive en el sur de Brasil. 


Las mujeres del Coronel (Juana, Clara, Blanca y María Lelia)
Carlos Escayola llegó a Tacuarembó en 1866, a los 21 años, y conoció a Juana Sghirla Balestra de Oliva, once años mayor que el, y con quien se especula que eran amantes (y uno de los dos grandes amores de su vida). Juana era una argentina muy hermosa, que estaba casada con un señor mayor, cónsul de Italia en Tacuarembó.


La casa de Carlos y la de la familia Oliva-Sghirla se comunicaban por los fondos, y eran frecuentes las reuniones musicales en las que Juana y Carlos tocaban el piano a cuatro manos. Se cree que ella iba casando a Carlos con sus hijas Clara, Blanca y María Lelia para mantenerlo cerca. También se especula que  María Lelia, podría ser hija de Escayola. El parecido entre ella y la hija mayor de Escayola, nacidas ambas en 1870, es notorio. Carlos Escayola era, además, el padrino de María Lelia. 


En 1868 se casa con la hija mayor de ésta, Clara Oliva, quien muere en 1871, dejándole dos hijas. Las niñas quedaron a cargo de su tía Blanca Oliva, con quien Escayola se casa en 1873, cuando ella cumplió los 18 años. Tuvieron siete hijos. Cuando se entera que María Lelia, su hermana menor, queda embarazada de escayola a los 13 años, decide no acompañar más a su marido, y después de varios intentos, se suicida el 31 de diciembre de 1886.  


 

María Lelia murió en 1905, con 35 años. Una mujer de la que poco se sabe, más allá de ser la madre biológica de Carlos Gardel. Comentan que cuando Carlitos vivió en la ciudad de Tacuarembó, ella pasaba en el charret y lo veía jugar en la vereda. Se sospecha una vida trágica, más allá de estar casada con el hombre más poderoso de la región.
 
El documental
La investigación comenzó a fines de 2004, y duró 7 años. “Fue muy lenta por falta de recursos ecónomicos y porque la información se ha ocultado hasta nuestros días. Luego de dos años de rodajes y edición, felizmente logramos una coproducción con una productora de Brasil que nos permitió finalizar el documental. Es muy difícil financiar un documental histórico en Uruguay”.


La investigación, llevó a Ricardo Casas a hurgar en numerosos archivos de Montevideo, Durazno, Tacuarembó, Porto Alegre y Catalunya. “No olvidemos que los Escayola (Juan y Pablo) salen de Sabadell en 1836, vienen a Uruguay y se instalan en Durazno. Luego llegan con los Latorre y Oribe al "Sitio de Montevideo", donde nace Carlos Féliz Escayola Medina, y regresan a Durazno. Su padre muere en 1851 prematuramente y la familia se traslada a Laureles del Queguay, ahí su hermana se casa con el General Netto. En 1864 Escayola acompaña a Netto al Sitio de Paysandú, un año después a la Guerra del Paraguay. Vuelve a Tacuarembó en 1866 y comienza su carrera política y tener tres esposas y 14 hijos legítimos. En 1905 vuelve a Montevideo, donde morirá en 1915, poco antes de cumplir 70 años de edad. En cada lugar hay algún rastro del coronel y su familia y el documental se ha ido construyendo de todos esos aportes”.


La exposición
En todo el proceso, buscando elementos para componer la historia, Casas recopiló mucho material inédito, desconocido incluso para los propios familiares del coronel Escayola. “En 7 años he recolectado mucho material, en su mayoría se podrá ver en el documental, pero muchas fotos u objetos aparecen algunos segundos. En una exposición uno puede acercarse a los originales, verlos el tiempo que desee y en un contexto diferente. Nos pareció interesante que esos materiales, bien presentados, estuvieran al alcance de la gente que se interesara en el tema. Finalmente también nos interesaba tenerlos en buenas impresiones para donarlos, luego de presentarlos en varios sitios, al Museo Carlos Gardel de Tacuarembó”.
Para el proceso de selección de fotografías para la exposición, Casas retomó contacto con el material ya trabajado en la isla de edición del documental, recurriendo fundamentalmente a los originales. “La ayuda de la curadora, Verónica Cordeiro, fue muy importante ya que manejó un concepto para la exposición y, a partir de él, se fue elaborando un trabajo pensando en el público y presentando de una manera eficiente los materiales”, comentó Casas. 


“Nos pareció importante acompañar a cada foto de un texto que explicara quién es el personaje, qué relación tiene con el coronel, el origen de la imagen y dónde se conserva actualmente. Separamos las fotos antiguas de las contemporáneas del rodaje y de la investigación. También armamos un árbol genealógico sintético para ayudar a la gente a entender mejor la composición familiar de los Escayola”
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Para quienes quieran profundizar en el tema, Ricardo Casas recomienda la lectura del libro de Gonzalo Vázquez Gabor "De Carlos Escayola a Carlos Gardel".
“Es básico, y además es la primera vez que un integrante de la familia asume el parentesco con Gardel. Luego estamos esperando un libro de Martina Iñiguez, una investigadora argentina muy seria, que está por aparecer, aunque hay buena parte de su información que se puede encontrar en Internet”.
En el marco de la exposición, se realizó un Encuentro con el autor, en donde el realizador enfatizó en las dificultades que existen en el país para realizar un documental y las barreras y los descubrimientos que encontró durante toda la investigación.
 

El encuentro con el autor Ricardo Casas se puede escuchár acá.

Un muro de silencio
La pregunta obligatoria, a formularle a Casas, es porqué, considerando que desde hace tiempo se debate la nacionalidad de Gardel, aún así se ha mantenido en silencio todos estos años la historia de Escayola.
“Hay que ubicarse en el Siglo XIX, en Uruguay, y con un coronel que detentaba el cargo de Jefe Político de un departamento que era la frontera norte del país”, expresó Casas. “Ese cargo hoy sería Intendente, Jefe de Policía y hasta Juez  simultáneamente. Era el hombre más poderoso del norte del Uruguay y no se podía decir que había tenido un hijo con su cuñada, que además era ahijada y menor de edad. A eso se suma la Iglesia Católica, la Masonería y el cambio de sensibilidad que ocurre por esos años, según nuestro gran historiador José Pedro Barrán”.
Son muchos los integrantes de la familia que no quieren hablar del tema. Y tal como señaló Casa durante el Encuentro con el Autor, en todo ese proceso, los historiadores se han encontrado con un enorme muro de silencio.

 

Actualmente Ricardo Casas está en busca de salas para estrenar el documental a comienzos de mayo en Montevideo. Ya ha sido proyectado en festivales como Gramado, Tenerife, Trieste y Mar del Plata- El 12 de marzo se proyectará en el Festival de Punta del Este y del 19 al 29 de marzo en varias ciudades de España.

Ver trailer del documental
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Ver la exposición online.