El 29 de febrero de 1840, seis meses después de su presentación oficial en la Academia de Ciencias y Bellas Artes de París, tuvo lugar la primera demostración pública de fotografía en Uruguay. Días antes había recalado en el Puerto de Montevideo el buque-escuela L’Oriental, en el que viajaba un grupo de estudiantes franceses y belgas acompañados de profesores que guiaban la expedición. Uno de ellos, el abate Louis Comte, llevaba consigo una máquina de daguerrotipo que había aprendido a utilizar a partir de las instrucciones que Daguerre brindara poco tiempo después de dar publicidad al invento. Su llegada había generado gran expectativa puesto que desde comienzos de febrero, la prensa montevideana informaba acerca de los ensayos fotográficos de Comte en Río de Janeiro, en donde había realizado daguerrotipos de los alrededores del Palacio Imperial.
Tras una sesión privada a la que asistieron miembros de la colectividad francesa en Montevideo y algunos argentinos exiliados en esta ciudad en el marco de la Guerra Grande, el 29 de febrero Comte ofreció una demostración pública de daguerrotipo desde los balcones del Cabildo, para ese entonces sede de las cámaras legislativas. El público, ubicado en la Sala de Representantes (también había curiosos en los alrededores de la Plaza Matriz), presenció con gran expectativa el procedimiento que el sacerdote francés practicó disponiendo de cámara, láminas de cobre y diversas sustancias químicas. Según relató el médico Teodoro Vilardebó -quien junto a Florencio Varela asistió al abate en las distintas etapas del procedimiento- este “experimento” arrojó como resultado “una hermosísima lámina que representaba el frontispicio de nuestra iglesia principal”. Si bien se desconoce el paradero de esta fotografía, a través del testimonio de Vilardebó se sabe que la imagen mostraba la fachada de la Iglesa Matriz “en la cual desgraciadamente las torres, aparecieron [...] como truncas en su cúspide; proyectándose en el fondo del cuadro y allá a lo lejos el ancho y caudaloso Río de la Plata formando horizonte y muy distinta la fragata francesa ‘Atalante’, contrastando singularmente por sus diminutas proporciones con la magestuosa mole del templo”. La fotografía fue reproducida por procedimiento litográfico en el periódico “El Talismán” el 4 de marzo, ostentando ciertas diferencias con respecto al daguerrotipo original, entre las cuales sobresale la distorsión en la perspectiva y la presentación de las torres de la iglesia enteras.
Esa misma tarde tuvo lugar otra sesión de daguerrotipo en la casa del entonces Ministro de Relaciones Exteriores Santiago Vázquez (en la calle Sarandí, aproximadamente en la ubicación actual del Club Uruguay), desde donde se tomó una vista del Cabildo.
La nave L’Oriental continuó su viaje rumbo a Chile -sin poder parar en Buenos Aires, cuyo puerto se encontraba bloqueado por la flota francesa-, pero sin el abate Comte que permaneció en Montevideo hasta su regreso a Francia en 1847. Durante su estadía en la casa de la calle 25 de Mayo Comte ofreció enseñar el procedimiento del daguerrotipo y anunció el dictado de clases de francés, geología, matemáticas y dibujo.