Fotógrafos/as / Entrevistas

Entrevista a Cora Gamarnik. Ediciones CMDF 2011.

Autor: Alexandra Nóvoa / indexfoto

¿Cómo fue tu formación y cómo te fuiste perfilando hacia la investigación sobre fotografía?

Estudié la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y doy clase en la misma carrera en la materia Historia de los Medios. Viendo la ausencia de investigación sobre la historia del fotoperiodismo en Argentina armé un proyecto de investigación para una beca de doctorado. El planteo justamente fue que mientras la fotografía de prensa había ido adquiriendo cada vez mayor relevancia, no sólo en un sentido cuantitativo en el interior del discurso periodístico, sino también en cuanto a la diversificación de sus usos, en nuestro país sin embargo, no había sido tomada como materia de investigación académica. Me interesó especialmente reconstruir el campo del fotoperiodismo en Argentina ya que pienso que los fotógrafos ocupan un puesto privilegiado de observación de los procesos sociales y participan de un espacio que media entre los sujetos y el mundo, pero al mismo tiempo son parte de un engranaje donde pocas veces pueden incidir en las formas de publicación de sus trabajos. Quería estudiar esas tensiones.

¿Sobre qué temas y/o períodos has centrado tu atención?

En el proyecto propuse realizar una reconstrucción histórica del fotoperiodismo en Argentina desde 1967 hasta 1987, a partir del trabajo con un corpus representativo de diarios y revistas que circularon durante esos años en el país y de entrevistas a actores de este campo. El período propuesto va desde el surgimiento de la revista Siete Días Ilustrados, creada al amparo de la experiencia de las revistas Life en EE.UU. y Vu en Francia, en 1967, hasta la aparición del periódico Página 12 en 1987, que revolucionó el uso de la fotografía en la prensa en Argentina introduciendo un estilo paródico y ficcional. Partí de la idea de que durante esos años se dió una transformación del uso de la imagen en la prensa gráfica, con el pasaje de publicaciones en donde la caricatura era el elemento icónico por excelencia y donde la fotografía era ilustrativa del texto escrito, al uso central de la imagen en la construcción de la noticia. Los cambios en los hábitos de lectura, la influencia de la cultura audiovisual y los avances técnicos en todos los ámbitos relacionados con la fotografía también fueron una fuerte influencia en este aspecto. Por otra parte, los años elegidos mostraban un cambio radical en la profesionalización de los fotógrafos de prensa, en las formas de contratación y en la relación de propiedad de las imágenes, lo que provocó múltiples modificaciones en los usos y en los tipos de fotografías publicadas. Por último como un subtema, el período elegido incluye la dictadura militar en Argentina y en este aspecto, quise estudiar por un lado como la fotografía se utilizó como un arma política desde el poder pero también cómo se usó, qué pudieron hacer y qué nuevos lenguajes construyeron los fotógrafos, justamente como un arma de contrapoder.

¿Tenés una manera de proceder específica y premeditada en la elaboración de tus investigaciones?

No, me baso para estudiar en la rigurosidad que exige la investigación académica. Relevar diversas fuentes, trabajar con un marco teórico amplio, tanto respecto de la fotografía como de la historia del país. Hacer mucho trabajo en hemeroteca rastreando publicaciones, fotos. Reconstruyendo la historia de determinadas revistas y/o diarios y fundamentalmente en mi caso, con entrevistas a los propios fotógrafos. En un tema tan poco sistematizado con anterioridad, las entrevistas son herramientas imprescindibles para la reconstrucción histórica de los hechos. Esto me enfrentó a varios problemas: si los protagonistas que quiero entrevistar estaban vivos o no, si querían hablar, si cuando hablan se acuerdan de lo que uno les pregunta, si su memoria personal se acerca a los hechos o son interpretaciones construídas desde la actualidad, etc. En este punto, especialmente, tomo los recaudos que frente a esta metodología plantean los estudios sobre historia oral, que señalan entre muchas otras cosas cómo trabajar con la fragilidad de la memoria y con las implicancias personales, ideológicas, sociales de esos testimonios.

¿Qué te impulsó a emprender esta investigación? ¿En qué marco fue producida?

En el caso particular de este artículo que publica el CMDF quise hacer un aporte a los estudios que tratan de explicar cómo fue posible la dictadura y la masacre en Argentina. Como señalo en el texto quise contestar a preguntas como por ejemplo ¿cómo los medios de la época reemplazaron en imágenes aquello que la dictadura quería ocultar desde el inicio? ¿Cómo coadyuvaron para que una parte importante de la sociedad argentina apoyara el golpe de Estado o asintiera pasivamente ante él? ¿Con qué estrategias se realizó una construcción mediática que diese una versión positiva de los acontecimientos, que transformase una Junta que ya tenía entre sus objetivos un plan sistemático de tortura, desaparición y muerte en los hombres probos que salvarían al país del caos? ¿Cómo una parte de la sociedad podía seguir su vida cotidiana como si nada sucediese mientras convivía con los rastros de una masacre que se estaba ejecutando en su propia ciudad? La idea fue reconstruir, también como una forma denuncia mirado desde la actualidad, el rol cómplice que los principales diarios y revistas argentinas tuvieron durante el golpe de Estado de 1976. Al cual apoyaron, justificaron y ayudaron a expandir la imagen que la dictadura militar quiso dar de sí misma.

¿Cómo fue el transcurso de su elaboración y qué preguntas fundamentales te planteó?

Las preguntas son un poco las que mencioné antes. En este caso, me basé en el hecho de que la fotografía de prensa estaba prácticamente ausente de la extensa bibliografía que analizó el rol de los medios durante la dictadura y sin embargo, yo observaba que había ocupado un lugar destacado en la construcción del discurso periodístico de la época. En cuánto a la elaboración, fue centralmente un trabajo de hemeroteca, rastreando las publicaciones de aquel momento y leyendo bibliografía sobre la relación entre prensa y dictadura. Como señalo en el texto, no busqué en esas fotos lo que nos dicen hoy, sino que me propuse ver cómo actuaban en el momento en que fueron publicadas. Tampoco me pregunté solamente qué mostraban esas imágenes abiertamente, de modo explícito, sino que quise ver también lo que callaban. Leer esas fotografías me permitió descifrar ese régimen de visibilidad que se intentó imponer como natural y que la dictadura, con el apoyo de la prensa masiva, construyó para avalar el golpe de Estado.

¿Cómo ves la crítica y la producción de investigaciones académicas sobre fotografía en Argentina en la actualidad?

Hay un movimiento interesante, de nuevas producciones y gente nueva que está investigando sobre estos temas, pero todavía creo que estamos muy lejos de lo que se necesitaría y de las potencialidades que los estudios sobre fotografía brindan. Hoy siguen siendo más atractivos los estudios sobre cine o televisión en Argentina y se llevan mucho más recursos que los estudios sobre fotografía. Por otro lado, no hay en nuestro país un espacio equivalente al CMDF (ni nada que se le parezca). Con lo cuál todo lo que encaramos es más a título individual, o a lo sumo en pequeños grupos, lo que dispersa las energías y hace más difícil llevar a cabo cualquier proyecto. De todas maneras, la fotografía se sigue haciendo su lugar y creo también, que al existir un campo de investigaciones específicas, su propio peso genera movimiento, nuevas reflexiones, propuestas de intervención e iniciativas.

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Desde el año 2007, mediante una convocatoria pública, el CMDF empezó a editar anualmente un libro fotográfico de autor, con el fin de promover y difundir la fotografía y trascender el carácter efímero de las exposiciones. En 2008, procurando estimular también la producción escrita en torno a la Fotografía y partiendo del hecho de que se trata de un campo amplio y prácticamente inexplorado, se agregó una convocatoria para la publicación de artículos de investigación inéditos sobre Fotografía.

Esta publicación es resultado de la convocatoria 2010, cuya selección estuvo a cargo de un jurado conformado por Roberto Fernández Ibáñez (por los participantes), María José Zubillaga (por la Asociación de Amigos del CMDF) y Lourdes Peruchena (por el CMDF).