Hasta el 26 de marzo en el Museo Juan Manuel Blanes se presenta una exposición retrospectiva de Luiz Carlos Felizardo, traída en el marco de Fotograma11 y co-organizada por el Museo Blanes, la Secretaría de Río Grande del Sur y el Centro de Fotografía. Felizardo, fotógrafo homenajeado en el 5º Festival Internacional de Fotografía de Porto Alegre en abril de 2011, es uno de los autores más destacados de la fotografía brasileña contemporánea. En esta entrevista dialoga con Indexfoto acerca de la muestra que presenta en Montevideo, su visión de la fotografía contemporánea y su lugar en ese espacio, su fotografía más representativa, entre otros temas que pueden leerse aquí.
¿Bajo qué pautas expositivas y curatoriales fue organizada la muestra que presentas en Montevideo?
La muestra es casi la misma que la que se presentó en el FESFOTO PoA - Festival Internacional de Fotografía de Porto Alegre, en abril de 2011, como parte del homenaje que me realizó el Festival. Esa muestra, además de contar con unas veinte imágenes o más, presentaba algunos objetos fotografiados, mi cámara 8”x10” y algunos textos míos sobre fotografía, presentados en la misma forma que las imágenes fotográficas. Esa exposición la hice yo, trabajando con Paula Ramos, amiga y maestra de Historia del Arte en nuestra universidad. La selección para Montevideo fue hecha por mí, cuidando para que fueran preservados ciertos conjuntos y, claro está, algunas fotografias más importantes (desde mi punto de vista). La curaduría de la muestra que se presenta en Montevideo fue de Gabriel Peluffo, del Museo Blanes. El montaje de la muestra, los grupos y la secuencia y distribuición de ellos, que están buenísimas, todo fué hecho por él.
¿Podrías detenerte en alguna de las fotografías que integran esta muestra, que consideres especial en tu vida, y contarnos por qué es así?
Bueno, aunque literalmente todas las imágenes sean, por una u otra razón, importantes para mí, creo que es imposible dejar de hablar de “Cemitério em Santa Bárbara do Sul” (1974). Hecha en mis comienzos, una de las primeras fotografías que hice con una cámara 4”x5”, es, sin ninguna duda, hasta hoy, una de las mejor logradas, tengo que reconocerlo. Además, fue una de las que participaron, en México/1978, del 1º Coloquio Latinoamericano de Fotografía (en la muestra realizada entonces y del libro “Hecho en Latinoamérica”) y fue la fotografía escogida por Time-Life en su libro “Photography Year” 1979 para abrir el capítulo “The Major Shows”. Es justo que se piense que, a los 29 años de edad (no más que un pibe...), todo eso fue de gran importancia para mi. En cuanto a los pensamientos que ella puede provocar, hay un texto, del escritor y crítico Armindo Trevisan, publicado en la página 253 del libro “La fotografía de Luiz Carlos Felizardo”, que creo, lo sugiere muy bien. Como su autor, prefiero no hablar.
¿Cómo te ubicás en el panorama fotográfico brasileño y cuáles son, a tu parecer, tus contribuciones a este espacio?
Lo que puedo decir sobre eso es que el lenguaje fotográfico que he logrado desarrollar se fundó, por un buen tiempo, en el empleo de cámaras de placa, 4”x5” y 8”x10”. Fue solo en 1989 que la pequeña 35 mm se incorporó en definitivo -y con una “cara” propia y coherente- a mi trabajo. Aunque las cámaras grandes no sean mi exclusividad (lejos de eso…), yo fui, posiblemente, el primero en (re)utilizarlas en los tiempos “modernos”, trabajando con respeto por lo que me proporcionaban: definición muy alta y riquísima escala de grises. Además de eso, el obligatorio empleo del trípode me condujo a cierta clase de imágenes... ¿Las contribuciones? Qué sé yo… Puede que el hecho de también escribir sobre fotografía sea la principal. Hay, también, mi creencia en la importancia de la fine print, y la relativa habilidad que tuvo para producirlas. Por suerte. Sobre la Suerte, siempre recuerdo una sentencia de Zico, el jugador de fútbol brasileño. Él dijo, bromeando: “Cuanto más entreno, más suerte tengo.”
¿Qué relaciones hay, para ti, entre el cuidado formal de una imagen y su contenido documental?
Yo no separo las dos cosas. Creo profundamente que sólo la atención a los aspectos formales de una imagen puede hacerle comunicar claramente su contenido documental. No creo que la información, el contenido documental de una imagen (que en la fotografía es inevitable) pueda, alguna vez, estar “más allá de su contenido plástico o artístico”. Uno está amarrado al otro. Y si no están, componen una fotografía que no lo es, y que por no ser una fotografía no me interesa. No es necesario, para creer en eso, más que conocer el trabajo de Cartier-Bresson, aunque sea posible hacer una larga lista, incluyendo desde Walker Evans hasta Panta Astiazarán y Luiz Abreu.
¿Cómo percibís tu obra fotográfica en relación a la producción actual de Brasil? ¿Se establece un diálogo?
No puedo sino contestar que sí, que hay un diálogo. La fotografía brasileña no se compone solamente del documentalismo (y de fotoperiodismo), aunque esa sea una tendencia muy fuerte y que produjo y produce algunos trabajos de gran calidad, como los de João Urban, del supracitado Luiz Abreu, de Pedro Martinelli, de Sebastião Salgado. Y nunca se puede olvidar el trabajo seminal de Luis Humberto Martins Pereira. Todos en Latinoamérica venimos de dictaduras, más sangrientas unas que otras, pero todas detestables. La fuerza de nuestro documentalismo, me parece a mi, nació de la necesidad de denunciarlas. Así que creo que mi obra dialoga no solamente con trabajos que se basan en atributos “plásticos” o “artísticos” (aunque para esos mi fotografía es demasiado documental) pero asimismo con los que son intencionalmente documentales (aunque para esos mi obra es quizá demasiado “poética”). Esa convicción me la dan los muchos y variados amigos, instalados en ambos lados de la misma cosa.
--
Luiz Carlos Felizardo (Porto Alegre, RS, 1949): Estudió en la Facultad de Arquitectura de la UFRGS entre 1968 y 1972, cuando pasó a dedicarse exclusivamente a la fotografía, destacándose en las áreas de fotografía de paisaje y arquitectura a través del empleo de cámaras de gran formato. A partir de 1975 realizó muestras individuales en Porto Alegre, Caxias del Sur, Curitiba, San Pablo, Río de Janeiro, Brasilia, Ouro Preto, Belo Horizonte, Buenos Aires, La Plata (Argentina) y Montevideo (Uruguay). A partir de 1976 figuró en muestras colectivas en México -los Coloquios Latinoamericanos de Fotografía- en Estados Unidos, Caracas, en la I y II Bienal de la Habana, en Nicaragua, Barcelona, Londres, París, Arles (Francia), Hamburgo, Milan, Venezia y, en Brasil, en la I Trienal de Fotografía del Museo de Arte Moderno de San Pablo y en Tiempo de Mirar, en el Museo Nacional de Bellas Artes (RJ) y en el Museo de Arte de San Pablo. Becario de la Comisión Fulbright (1984/1985) trabajó bajo la supervisión de Frederick Sommer en Prescott, Arizona, Estados Unidos. Entre 1990 y 1991, con una beca de la Fundación VITAE (San Pablo), trabajó en una investigación sobre la vida y obra de Frederick Sommer. En 2008/2009, con una beca que recibió de FUNARTE, produjo el trabajo QUERÊNCIA, conteniendo un texto y cuarenta fotografias sobre
la región de Bagé (RS), en la frontera con Uruguay. Fue homenajeado en el 5º Festival Internacional de Fotografia de Porto Alegre en abril de 2011, con una amplia exposición retrospectiva en el Santander Cultural y con la publicación "La Fotografía de Luiz Carlos Felizardo". Luiz Carlos Felizardo es autor de los libros "El Reloj de ver’"(2000), ‘Imago’ (2010) y "La Fotografía de Luiz Carlos Felizardo" (2011). En 2004 el 3º volumen de la Colección SENAC de Fotografía (SP) estuvo dedicado a su obra.
Para conocer más sobre la obra de Felizardo ver aquí.