Todo es personal, incluso aquello que podríamos pensar que, por su magnitud o por la imposibilidad de hacer algo al respecto, nos es “ajeno”. Una catástrofe natural o una crisis económica, por ejemplo, son personales. Afectan directa y exclusivamente a todas y cada una de las personas que las padecen. Hay quienes pierden sus trabajos, hay quienes aprietan sus cinturones. Hay quienes sufren estrés, hay quienes sufren. Y hay quienes, además, se convierten en migrantes.
La crisis que viene azotando a Europa estos últimos años, no sólo se ve en la televisión y en los diarios, sino en las obras que los artistas europeos están produciendo. Bajo la premisa “The Inner Portrait of a Migrant” (El Retrato Interior de un Migrante) se reunieron dieciséis fotógrafos, tres diseñadores y dos trainers en Berlín para realizar el número cero de la revista Dyspnea.
Con el propósito de reflexionar sobre la migración y “el fuerte impacto emocional en la vida” de quienes migran, estos trabajos abordan el fenómeno desde distintos ángulos.
“Nómadas” de la portuguesa Ana Catarina Pinho es el primero de ellos.
“La actual situación económica y política europea está llevando a profundos y drásticos ajustes, causando un gran cambio en la escena social. El desempleo está creciendo y los conflictos se convierten en una rutina [...] ‘Nómadas’ representa, visual y metafóricamente, la relación entre la búsqueda de un cambio y sus consecuencias inherentes. Esta serie fotográfica se mueve por la fina línea entre la búsqueda de un futuro diferente y el duro proceso de adaptación -imitando la estética del clásico retrato- y sus consecuencias, a través de la imperfección y los detalles distorsionados representados por los moretones en cada retrato”.
Las fotografías de Pinho son simples. Simples y duras. Los personajes de sus retratos están solos, desnudos y golpeados. Todos se parecen en algo, todos son muy distintos. Estos Nómadas abandonaron sus paisajes en busca de otros, aún desconocidos. El fondo neutro refuerza su condición migrante ya que podrían estar en todas y en cualquier parte.
Moretones como metáforas de la lucha en la que se debaten día a día estos errantes adornan sus rostros y cuellos. Evidencian el dolor, el miedo y, sobre todo, la tenacidad. El percibir el conflicto en el que se debaten sus personajes y la arriesgada presentación es el gran logro de Pinho que, sin darle mucha vuelta, nos muestra el interior del migrante golpeándonos la cara.
El trabajo completo de la autora se puede ver aquí.