El martes pasado murió el fotógrafo chileno Sergio Larraín, a la edad de 81 años.

Considerado por muchos como el autor más importante en la historia fotográfica de Chile (integraba desde 1961, por invitación de Cartier Bresson, el prestigioso staff de la agencia Magnum), el periplo vital de este fotógrafo encierra un halo de misterio y misticismo. Vale decir que su última residencia había sido en Ovalle, Chile, en donde hace diez años atrás se había retirado y alejado de la fotografía para dedicarse plenamente a la meditación y al estudio de la filosofía oriental.

Hacia fines de la década de 1940 Larraín decidió dejar sus estudios en ingeniería forestal en Estados Unidos para aprender fotografía en la Universidad de Michigan. A partir de su regreso a Chile en 1951, emprendió muestras individuales y expuso en diversas ciudades europeas, vendiendo su obra a importantes museos, como el MOMA de New York.

Algunas de las viviencias de Larraín fueron motivo de inspiración para obras literarias, como la novela “El fotógrafo de Dios” de Marcelo Simonetti, o el cuento “Las babas del diablo” de Julio Cortázar, que a su vez inspiraría la película “Blow-up” (1966) de Michelangelo Antonioni.

Entre sus trabajos se destaca el seguimiento de Pablo Neruda en su residencia en Isla Negra.   
 

Parte del trabajo de Larraín durante su desempeño en la Agencia Magnum puede verse aquí.

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Fuente: http://www.emol.com/noticias/magazine/2012/02/07/525194/muere-el-fotografo-sergio-larrain.html