Hasta el 12 de mayo se expone Génesis, el último trabajo del brasileño Sebastián Salgado, en la Usina del Gasómetro, en Porto Alegre (Brasil). La muestra reúne 245 imágenes que son el resultado del recorrido del fotógrafo por diferentes puntos del planeta durante más de ocho años. Como un explorador decimonónico, acompañado de su esposa y un pequeño grupo de trabajo, en este período Salgado fotografió comunidades aborígenes de África, Asia, América, Oceanía y la Antártida, así como grupos de animales de diferentes especies en sus ámbitos originarios.

Si bien la mayoría de las fotografías expuestas promedian un formato relativamente grande, a la entrada del enorme edificio de la Usina se exhibe una gigantografía en donde una manada de ñus atraviesa a tropel alguna parte de la sabana africana. Esta impresionante imagen que recibe al público, da la impronta general de la muestra, en la que las fuerzas de la naturaleza y el estado puro y salvaje de la vida, se imponen y ocupan un lugar primordial en el foco del autor.

El recorrido está organizado a partir de zonas geográficas como África, "Tierras del Norte", Pantanal y Amazonia, delimitadas por diferentes colores en los paneles. Los textos curatoriales son mínimos, aunque todas las fotografías incluyen pie de fotos con orientación básica sobre el contexto de la imagen.

“Para comenzar esta serie decidí seguir los pasos de Darwin, de quien leí 'The Voyage of the Beagle'. Permanecí tres meses en Galápagos, donde el propio Darwin había pasado después de dar la vuelta al mundo, perfeccionando su teoría de la evolución”. (Sebastiao Salgado. "Da minha terra a terra", Sao Paulo 2013, p. 11)

Manteniendo el cuidado formal que caracteriza al fotógrafo en su clásico blanco y negro, la muestra conserva un enfoque amplio y universalizante del tema, "un corte representativo" que permite adentrarse en los rincones más recónditos del planeta y conocer de cerca tanto la calma de los andes venezolanos como un momento íntimo en el hogar en los árboles de una familia aborígen en Indonesia. 

Con este trabajo Salgado, que fotografió por años a hombres y mujeres muchas veces en escenas de miseria y muerte, emprende una vuelta a los orígenes, advirtiendo sobre los peligros que amenazan las diferentes especies en estado salvaje, las transformaciones ambientales y la necesidad de comulgar con esas otras realidades que mantienen su estado natural e íntegro. Génesis busca ser un “llamado al cuidado del planeta”. En ese sentido el trabajo parte de un proyecto ambiental de forestación que mantiene el fotógrafo junto a su esposa, llamado Instituto Terra.

“Antes de Génesis, había fotografiado una única especie: el hombre. Para este proyecto en el que me dediqué a la naturaleza intocada, a lo largo de ocho años en que viajé por el mundo, necesité aprender a trabajar con otras especies. Desde el primer día de reportaje [...] comprendí que para fotografiar un animal es preciso amarlo, sentir placer en contemplar su belleza, sus contornos. Es preciso respetarlo, preservar su espacio y su comodidad al aproximarse, observarlo y fotografiarlo. Partiendo de ese principio, pude trabajar con otros animales de la misma forma que trabajo con los hombres”. (Sebastiao Salgado, "Da minha terra a terra", Sao Paulo 2013, p. 10) 

Un ejemplar de edición limitada de Génesis, de Taschen, forma parte de la exhibición en el Gasómetro. A su vez circula a la venta otro libro sobre este trabajo de menores dimensiones (puede consultarse en el CdF).