Desde la viñeta que se proyectaba cada día, para abrir la ronda de conferencias de PARATY EM FOCO, ya nos predisponía para entrar en el tema del Festival. Una caricatura del globo terráqueo, se regocijaba tachando las especies extinguidas en el planeta. Comenzaba la lista con los dinosaurios. Al llegar al último elemento del inventario, con irónico y malvado gesto miraba a la platea, antes de eliminar a la raza humana. Sin duda reflejaba el espíritu crítico y reflexivo, pero a su vez descontraido, que animaron los 5 días del encuentro.

Del 15 al 19 se setiembre 2010, se llevó a cabo, este 6º Festival Internacional de Fotografía PARATY EM FOCO. Mucho tuvo que ver con el clima efervescente de diálogo que nutrió el festival, el multidisciplinario equipo de la organización del evento, comandado por Iata Cannabrava, Giancarlo Mecarelli y Maxime Delmotte. Un año de planificación, la interacción de grupos que trabajaron en el ámbito multimedia; ocho exposiciones de invitados nacionales e internaciones, a las que se sumaron 5 seleccionados, entre las 117 propuestas de exposición presentadas. Lectura de Portfolios, 22 Workshops, más una Subasta de obras fotográficas. La presentación de trabajos de compromiso social con la comunidad, estuvo dada con talleres de fotografía con niños de Paraty a lo largo del año. La interacción con instituciones como Asociación Tangará en temas de ecología sustentable, fueron parte de la nutrida agenda de actividades. A partir del tema convocante: Inventarios da Terra, se llevó adelante el programa Lixo em foco, con tareas de difusión sobre la basura, el medio ambiente y el consumo consciente. Entre otras gestiones ecológicas, en eventos donde circulan tantos fotógrafos y cámaras, se llevo adelante un llamado a la recolección de pilas y baterías gastadas en recipientes adecuados.

Quizás lo primero que llamaba la atención de los visitantes de Paraty, era un trailer, a modo de una gran cámara fotográfica, montado frente a la Iglesia de la Matriz. A través de un lente se podía ver la imagen invertida proyectada en su interior. Paraty Invertida era parte de un Workshops que desmitificaficaba el proceso de formación de la imagen, en una forma lúdica y educativa. El trailer, se transformaba también en un laboratorio blanco y negro, que servía de base para talleres con cámaras pinhole, construidas a partir de materiales simples como cajas o latas.

También se realizaron una serie de actividades EXTRA, que se apoyaban en la ciudad como telón de fondo. Proyecciones de video, Fotoescambro (una cuerda donde se cuelgan fotos para el trueque), Persona: un juego con máscaras para divertirnos siendo otro, 15 metros: la fotografía como mural callejero, Cazadores de almas II: Silvio Tendler y su equipo realizaron la captura de imágenes a los invitados a PARATY EM FOCO, para un su segundo mediometraje sobre los fotógrafos y muchos acontecimientos más. Pero sin duda el foco de atención del Festival fueron las 14 entrevistas/encuentros, con 11 invitados internacionales y 32 invitados nacionales, con fotógrafos de diversos estilos y prácticas. Profesionales brasileros y extranjeros debatieron sobre la fotografía, en un esquema de entrevistas públicas con críticos, curadores, coleccionistas y periodistas, que enriquecieron la discusión.

El francés Georges Rousse abrió esta dinámica, con la cuestión sobre donde comienza el arte y donde termina la fotografía, asistido por Helouise Costa, curadora del Museo de Arte Contemporánea de la USP y el antropólogo y fotógrafo Milton Guran. Georges Rousse, a partir de imágenes de destrucción que le impresionaron en la posguerra, puso su interés en edificios abandonados o en proceso de desmantelamiento. Con una obra de más de 20 años, que parte de la intervención de esos espacios en abandono, su accionar cambia la realidad para transformar lo tridimensional en función de un boceto realizado desde un único punto de visión. El resultado de ese proceso es una fotografía, a la que Rousse reivindica como producto final, sin importarle el antes y el después de esos espacios intervenidos. El último día del Festival se vio un audiovisual sobre el proceso de realización de una obra de intervención, hecha por Rousse en el Mercadinho do Cais en Paraty. El trabajo se completaba con la fotografía tomada por él, exhibida en el propio mercado intervenido. Arte en acción que se retroalimenta para darnos distintas lecturas del lenguaje visual.

De la fotografía de Minas Gerais, el Festival nos acecercó a la obra de dos fotógrafos jóvenes, con una carrera ascendente y varios premios que los destacan: Joao Castilho y Francilins. Para conversar con estos fotógrafos mineiros fue invitado el profesor carioca, especialista en Arte, Marcelo Campos. Joao Castillo y Francilins, quienes desarrollan una personalísima fotografía de autor, dieron su visión cargada de búsquedas de contenidos, con una fuerte interacción entre sus vivencias interiores y el mundo que los rodea.

Alfredo de Stefano, nacido en Monclova, pequeña ciudad al nordeste del desierto mejicano, aportó a estos inventarios de la tierra, una rica visión donde el paisaje confronta su inmensidad con situaciones escenográficamente creadas. El drama del rastro del hombre se nutre de sentidos con presencias inquietantes. Para interactuar sobre los contenidos de la obra de Stefano se convocó a la crítica internacional de arte Claudia Buzetti. Entre las series más importanates producidas por Stefano están “Places withaot Future” 1992, “Remains of Paradise” 1996, Replenshing Emptines” 2002 y Brief Chronicicle of Light” 2005.

El fotógrafo Eduardo Muylaert fue el encargado de presentar la obra del italiano Olivo Barbieri. Con su forma de visionar el mundo Barbieri falsea la realidad. Utilizando una lente de foco selectivo, realiza tomas aéreas de Roma, Amman, Las Vegas y Shangai, entre otros lugares. Transformando así, las ciudades, edificios y espacios reales, en fotografías que parecen surgidas de maquetas. Los seres humanos son apenas diminutos puntos de referencia. Barbieri confiesa que a partir del 11 de setiembre cambió su visión de las cosas. En ese mundo de juguete nos cuestiona sobre nuestra dimensión y nuestro mundo. ¿Acaso, este reduccionismo nos convierte tan sólo en muñecos que respondemos a un orden superior o desconocido? Un tsunami o un avión suicida, pueden cambiar las cosas tangibles y supuestamente permanentes en cuestión de segundos. La fragilidad, la pérdida y el tiempo, se insinúan en estas fotos de una realidad ficcionada.

Los paulistas Cris Bierrenbach y Marcelo Zocchio, fueron interpelados por Eder Chiodetto sobre sus inquietantes trabajos, donde su principal reflejo es la afirmación de la angustia autoral. Además de la conferencia en la que se mostró un resumen de los trabajos de ambos artistas, Bierrembach realizó una exposición en el antiguo cementerio de Paraty. Junto a la Capelinha Nossa Señora das Dores, Bierrembach con su muestra Olvidados, se apropia del espacio funerario. Influenciada fuertemente por su vivencia como fotógrafa, al registrar el terremoto que devastó recientemente parte de Haití. En una paradojal intervención fotográfica, sobre cada nicho del viejo cementerio, coloca la foto de una prenda de vestir fotografiada en el suelo. El abandono sobre tumbas sin nombres refuerza la idea del olvido.

De los seleccionados para este 6º Festival, vale la pena destacar a Daniela Conti e Isabel Kassow, con una composición mural con más de 200 fotos, que se basaba en contar la historia de María, una mujer que hace 40 años vive en la favela da Rocinha, principalmente en su habitación azul.

Una exposición que llamó mucho nuestro interés fue la de Anna Kahn–1 Minuto. En un cubo negro, donde podía asistir sólo un espectador por vez, se proyectaban imágenes de calles plazas y veredas desiertas, donde personas murieron por causa de la violencia ciudadana. El espacio propuesto y auriculares, procuraban el aislamiento del espectador. Cada foto era acompañada con los datos de las víctimas.

Tuvimos oportunidad de conocer a otro de los elegidos para exponer: Leonardo Costa Braga y su muestra, Homogenia. Esta exposición explora los límites de lo que es y no es realidad en el quehacer fotográfico. A través de la construcción de imágenes desde una mirada despojada, que buscan reinventar los hechos cotidianos, convirtiéndolos en un resultado plástico expresivo. Homogénea, se exhibió hasta hace pocos días en la sala del Centro de Fotografía en Montevideo.

Mas allá de las formas mucho tiene que ver, en al acto fotográfico, el compromiso con los contenidos. La Agencia de fotografía Holandesa Noor, representada por Claudia Hinterseer y Kadir Van Lohuizen, tienen muy en cuenta este involucramiento. Esta agencia asume una postura política a favor del respeto a la dignidad humana. Se pudo ver, en la carpa de la Plaza Matriz de Paraty, parte de la exposición Consecuencias, que reunió trabajos de los 10 integrantes de Noor. En la muestra claramente, desde las temáticas y su abordaje, quedaba en evidencia la preocupación puesta en el rescate del ser humano y su entorno y la preservación de estos inventarios de la tierra.

El argentino Alejandro Chaskielberg, considerado uno de los 30 fotorreporteros emergentes por la revista Photo District News, PDN, fue entrevistado por su coterráneo Marcelo Brodsky. Se destaca su ensayo sobre el delta del Río Paraná donde, con un estilo propio, realiza un retrato de los habitantes de las islas.

Mención especial merece la entrevista realizada a la fotógrafa brasilera Maureen Bisilliat realizada por el fotógrafo y editor Juan Esteves. Nacida en Inglaterra, con un inicio en la formación académica en la pintura, Bisilliat se impregnó rápidamente de la literatura, música y de la cultura toda de su nueva tierra. Hace más de cincuenta años, fue una de las primeras mujeres en fotografiar y filmar el Brasil profundo. Los indios de Xingu, los sertanejos de los libros de Guimaraes Rosa, la Bahía de Jorge Amado. Con la sencillez de los grandes relató sus experiencias y se reconoció afortunada del momento que le tocó vivir. Con espíritu abierto agradeció el aprendizaje que implicó el conocer los trabajos de la actualidad fotográfica internacional que le acercaba el Festival. Contó sus proyectos futuros y se divirtió de algunas situaciones que le tocó vivir, por ser mujer fotógrafa, en la realidad de la mitad del siglo XX. De su reconocida obra el Festival rescató su histórica muestra “Pele Preta”, punto de inflexión en sus comienzos en la fotografía, que se expuso en la Galería Zoom de Paraty.

El encuentro se cerró con: Joao Wainer, Dirceu Maués, colectivo Garapa, Egberto Nogueira, CIA de Foto y Galería Experiencia. “La fotografía va al cine” fue el tema del debate, que subió al escenario a los nuevos realizadores de Brasil. Sin duda la fotografía, con sus jóvenes 171 años de presentada en sociedad, ha sido la disciplina más cambiante, desde lo técnico y lo expresivo, dentro de las artes. Hoy podemos hablar de lenguajes multimediáticos. Iata Canbrava, fotógrafo y productor cultural fue quien tuvo a cargo generar la sinergia de los diferentes aportes de los invitados en esta conferencia, en la que mostraron algunos de los proyectos que parten de lo fotográfico para generar formas propias.

Lejos de las grandes ciudades el estrés y la rutina. Parte del éxito de PARATY EM FOCO fue la propia sede del evento, la ciudad de Paraty. Al sur de Río de Janeiro, Patrimonio de la Humanidad, un conjunto de construcciones coloniales, con su calles de piedra, sólo transitadas por carros con caballos -un verdadero viaje 400 años atrás - cerca de 65 islas, hermosas playas, cascadas y muchos caminos por la Selva Atlántica.

Este repaso a modo de síntesis de PARATY EM FOCO, pretende registrar un Festival, que tuvo una escala de lo humano, con una apuesta a la calidad. Un número acotado de exposiciones, una programación muy bien pensada, un contenido de análisis de excelente nivel, redondean un intenso encuentro e intercambio, desde donde pensar el porque y el como de la fotografía.

Fue el lugar ideal para repasar estos Inventarios de la Tierra. Y más allá de todas las amenazas globalizadas que se ciernen sobre nuestro castigado planeta azul, PARATY EM FOCO nos dio una señal que hay un futuro posible y todavía habrá alguien para registrarlo.