El espíritu del encuentro ya se sentía desde el viaje en ómnibus y fue creciendo durante los casi 500 km hasta llegar a Chapadmadal. Un grupo importante de participantes se encontró en Buenos Aires; otra parte llegó directamente de las provincias del resto del país. Y ese espíritu se mantuvo durante los 3 días del encuentro, donde cerca de 120 fotoperiodistas con intereses, realidades profesionales, edades y perfiles bien distintos compartieron proyecciones, experiencias alternativas de trabajos y grupos de discusión.

El punto de partida era generar un espacio que -al menos- cada 3 años reúna a los reporteros gráficos argentinos, y que se extienda a los colegas de la región. A través de la Muestra Anual, ARGRA ha promovido la integración entre los fotógrafos de diferentes medios, y fundamentalmente, de diferentes regiones del país, en el entendido de que no existe integración sin descentralización.

Estas acciones buscan promover la integración, brindar espacios de formación y difusión de alternativas creativas y profesionales, reflexionar sobre las condiciones de trabajo y desarrollar una masa crítica que fortalezca la acción de los fotógrafos en su relación con el medio y la sociedad.

Con el objetivo de discutir sobre las perspectivas actuales del fotoperiodismo en Latinoamérca se encontraron en una mesa de debate Ricardo Chaves, del periódico Zero Hora de Brasil, Ana Inés Guimaraens, del diario El País y Carlos Contrera, fotógrafo del Centro de Fotografía (CMDF).  Contrera presentó un panorama histórico del desarrollo de la fotografía de la prensa uruguaya, diferenciando los períodos pre-dictadura, el retorno a la democracia y el regreso de muchos colegas radicados en el exilio, la irrupción del modelo gráfico impulsado por El Observador, la crisis de ese modelo y la situación actual. En ese contexto se analizó también el caso del diario El Popular y en particular el trabajo de Aurelio González como jefe de fotografía y la recuperación de ese archivo.

El encuentro sirvió también como escenario para la presentación de experiencias alternativas de trabajo. Sandro Pereyra habló del caso de la diaria, explicó el proceso de elaboración de la portada, analizó el lugar de la fotografía en el diario y ejemplificó con clip de imágnes y suplementos. Dado que la reflexión sobre las condiciones de trabajo de los fotógrafos y su relación con el medio fue un tema presente a lo largo de todos los foros del encuentro, Pareyra enfatizó en la historia de cómo se gesta el proyecto hasta llegar a la propiedad colectiva del diario, mediante el formato cooperativo. Por novedosa y original, la experiencia despertó muchísimo interés de los participantes.

Se presentó también la cooperativa de fotógrafos SubCoop, que es un proyecto colectivo de agencia fotográfica independiente y la revista Dulce Equis Negra, a cargo de su editor, Marcos Adandía. Se trata de un libro/revista de publicación semestral dedicada a la fotografía, las artes visuales y la literatura.

Los talleres fueron un punto alto del encuento, con un excelente nivel de participación y discusión. El coordinado por Jorge Saenz, resultó tan polémico y fructífero que se extendió más allá del tiempo previsto para el taller, a pesar de ser la última actividad del día.  El taller del fotógrafo inglés Julian Germain, amplió los límites del acto fotográfico concreto hacia una reflexión sobre la imagen, a partir su peculiar trabajo interdisciplinario que combina la práctica fotográfica con el rescate de tradiciones e historias locales. Completaron la lista, los talleres de Daniel García, Carlos Bosch y Marcos Adandía.

Las conclusiones del encuentro se publicarán próximamente en el blog del encuentro.