Mi vida se construye en viajes. Mis viejos y mi hermano llegaron a Chile después de estar como nómades por varios sitios. Allí nací entre familias que habían hecho lo mismo, antes de regresar a un país complejo y hostil. Crecí, viví en más de diez lugares diferentes, conocí a quien es mi segunda madre y a quienes serían mis nuevos hermanos… Cada cual acarreaba sus propios viajes, sus historias. Vivimos juntos, y luego partimos, y yo seguí viajando, esta vez sola, por los espacios que siempre me atrajeron.

A la fotografía la conocí de pequeña, entre cambio y cambio fui descubriendo cámaras, negativos, fotografías de personas conocidas y de otros que quedaron en los viajes y que nunca reconocí más que en esos objetos de mi padre, que fui de alguna manera haciéndolos propios.

Cuando tuve la edad y la libertad suficientes me largué a viajar más lejos que nunca y desde ahí que no me detengo. Así se construyó “la ciudad líquida”, lo que en algún minuto no fue más que la excusa para moverme, observar y habitar ciudades, otras, que siempre de algún modo sentí mías. De aquel entonces han pasado más de cuatro años y durante este año, hubo razones para continuarlo aquí, en Uruguay.

Hoy escribo desde una celda, que aunque no albergue más a los presos de la cárcel de Miguelete, y se pretenda como el taller de un artista en un museo, no pierde su condición, porque la historia se aferra a los espacios y los marca. Poseo una celda como taller y otra como sala de exposiciones. Asisto diariamente a este lugar, y fotografío una ciudad mientras busco hacerla mía. Aquí la gente asiste y selecciona el material que yo fabrico y ellos juzgan de los espacios que, juntos o distantes, transitamos. Comparto con ellos una autoría que busca desprenderse de propiedades.

Las fotos, pretenden entre otras cosas, hablar de esas cicatrices que quedan en los espacios de las ciudades latinoamericanas, y que no podemos ni debemos borrar. Aquí, las ciudades se construyen como capas superpuestas, en tensión o armonía según la contingencia que se precise resolver.

Se habla de una ciudad, reunión de todas las fotografiadas en un mismo diálogo, que muestra los márgenes de lo establecido, la resistencia a los planeamientos oficiales, una ciudad que improvisa y sucede en el accidente, lejos de las intencionalidades de practicidad y eficacia que se desean en las nuevas “ciudades posmodernas”.

El proyecto ha sufrido sus propios viajes también. Hoy por hoy aparecen en las imágenes fenómenos, lugares u objetos que antes no eran parte de éste. A medida que adhiero ciudades, se complejiza la obra y los cuestionamientos. Dentro de poco se lanzará un libro que además de contener nuevas imágenes, reflexiona sobre nuevos soportes con los que vincular a la obra, cuestión que ha sido razón fundamental para realizar esta “residencia” en las celdas del Espacio de Arte Contemporáneo, porque es la primera vez que asisto a la instancia en la que el público visita, emite juicios y abandona la obra...el tránsito, nuevamente.

Por primera vez no tengo idea alguna de cuándo regresaré a Chile. Los viajes también fueron en su minuto, el momento de distancia, pero que se constituía siempre como un momento, aquellas instancias al margen del cotidiano. Hace un tiempo que el cotidiano es el viaje, y la lejanía con lo que siempre fue el piso firme sobre el cual sostenerse. Así, siento que el trabajo es más sincero: el no saber cuándo partir o regresar te obliga a buscar los modos de habitar cada sitio verdaderamente, que es en definitiva la propuesta del proyecto, su objetivo: cuestionarnos cómo, de qué modo y hasta qué punto estamos en los sitios que transitamos.

Exposicion: “La ciudad líquida, Residencia de experimentación en exhibición y edición”.
Hasta el 6 de noviembre, Espacio de Arte Contemporáneo (EAC).
Más información en: www.celestrip.com

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Celeste Rojas Mugica nace en Santiago de Chile en 1987. Estudia Artes Visuales y se recibe de fotógrafa profesional en el 2009. Su fotografía es de carácter documental-experimental y se lleva a cabo mayoritariamente través de soportes análogos. En sus obras “Motel”, “La ciudad líquida” y “Lodellos” se reiteran temáticas relacionadas con la identidad, el habitar y la ausencia. Ha formado parte de diversas exposiciones colectivas entre las que destacan  “Se nos cayó el sistema”, 2009, en Galería Espacio G, Valparaíso, Chile, con motivo de la la Trienal de Arte, “Identidades Forzadas”, 2010, en el C.C Estación Mapocho y “Antología visual de la Fotografía Joven Chilena”, 2011, en el Museo de Arte Contemporáneo, Stgo. de Chile. Durante el 2010 expuso su segunda muestra individual, “La ciudad líquida”, realizada en el C.C.E. Mapocho, Santiago de Chile. Prepara para el 2011  la realización de la Residencia Artística en la Fundación Armando Alvarez Penteado, en Sao Paulo, Brasil, la Residencia Artística  en el Espacio de Arte Contemporáneo, Montevideo, Uruguay y la edición de su segundo libro de autor en Chile.

Una entrevista a Celeste Rojasen Indexfoto puede verse aquí