Para los que gustamos cruzar el charco, sin duda, la cosmopolita Buenos Aires nos depara buenos momentos para disfrutar. Más allá de los vaivenes del cambio monetario, las conflictividades locales o globalizadas, la vecina orilla ofrece una atractiva oferta turística, gastronómica y especialmente cultural. Dejarse llevar por sus europeizadas avenidas, disfrutar de un café y una buena lectura en alguna de sus acogedoras y surtidas librerías, o asistir a un espectáculo en la afamada noche porteña, son apenas algunos puntos de partida. Durante este agosto y parte de setiembre, a la nutrida cartelera de teatro, música, danza, museos y galerías, se sumaron los XVII Encuentros Abiertos - Festival de la Luz 2012. Veinte provincias de Argentina son lugar de encuentro, exhibición y debate sobre la fotografía en el mundo. El comité de selección eligió 350 artistas de diversas nacionalidades, a través de una convocatoria abierta en la web, revisiones de portafolios en festivales internacionales y del aporte de curadores invitados.
Cruzamos el Río de la Plata un domingo. Al arribar aparecían los altos edificios del centro, prismas vidriados por donde se colaban franjas de sol del atardecer. Hacemos un primer recorrido en las céntricas calles cerca del hotel. Luego de cenar organizamos un itinerario para el lunes, entre lo mucho para hacer. Es impensable abarcar en su totalidad un festival de éstas características y menos volcarlo en una crónica acotada del mismo. Estas notas solo pretenden ser una breve síntesis de exposiciones que llamaron mi atención, por tanto subjetiva, para señalar algunos puntos de interés.
Una de las muestras centrales del Festival es la importante retrospectiva de André Kertész. En el amplio y funcional Espacio de Arte de la fundación OSDE, ámbito acorde a las valiosas muestras que nos ha permitido disfrutar en diferentes ediciones, desde el checo Josef Koudelka a los colombianos Fernell Franco, Oscar Muñoz, José Alejandro Restrepo y Miguel Ángel Rojas.
Para Kertész, nacido en Hungría en 1912, formado autodidácticamente en Francia y residente por las circunstancias en Nueva York, la cámara fotográfica fue el instrumento de su voluntad de dar orden y sentido a su mundo. Esta muestra es un completo recorrido de sus vigentes imágenes, que lo posicionan como un gran maestro y el padre del fotoperiodismo. Su frescura, una natural armonía en la composición y sobretodo su dominio de las luces y sombras están presentes en toda su obra. El conjunto de fotografías, videos y textos del autor, ameritan un análisis más detallado que ésta escueta mención. La muestra permanecerá abierta hasta el 29 de setiembre y su permanencia es motivo imprescindible, para todo aquel que tenga intenciones de viajar a Buenos Aires. Los detalles de ésta y las demás muestras del festival se pueden ver en su página
web.
El Centro Cultural Recoleta alberga, en cada edición, un conjunto muy importante de muestras fotográficas. La merecida retrospectiva de Sara Facio (AR), reúne una obra contundente, que se reafirma con el paso del tiempo, como referente de maestría. Destacándose sus famosos retratos de figuras de la cultura argentina. Su acción no se limitó a la producción de una vasta y sobresaliente producción fotográfica. Editora y curadora, la dirección de importantes proyectos culturales la ubica como una visionaria gestora cultural, desde tiempos en los que no se utilizaban esos términos.
Otra muestra de carácter retrospectivo es la de Ataúlfo Pérez Aznar (AR). Reúne un variado conjunto de obras de diversas series. Su mirada frontal, desde su comienzo en los años ‘80, fue rechazada por unos y admirada por otros. El retrato familiar en el sepelio de su padre, incluido en esta muestra, sigue siendo un gesto radical de su forma de ver y de ser. Sus fotografías color son precursoras del tratamiento que posteriores generaciones retomaron con una dosis de hilaridad y crítica de su propia sociedad.
Tiempo y lugar
Poder traer al sur la actual producción de varios fotógrafos de Rusia y contar con una exposición histórica del sitio de Leningrado, es de por sí una valiosa posibilidad de acercamiento a la idiosincrasia de ese lejano país. El sitio de Leningrado (hoy San Petersburgo) está documentado en 150 imágenes de archivo, que dan cuenta de los 900 días del sitio alemán, entre 1941 y 1944.
“Waiting”, de Jana Romanota, es una mirada actual a la intimidad de parejas que van a ser padres, en San Petersburgo y Moscú. Realidades tiempos y circunstancias diferentes, encuentran al ser humano enfrentado a su devenir.
Religión
La pasión manifestada en la fe religiosa, desde muy diversas aristas, fue un tema que convocó a varios fotógrafos del Festival. Emmanuel Santos (AU), Eduardo Longoni (AR), Natan Dvir (EEUU), Ana María Robles (AR) y la colectiva internacional “Una cuestión de Fe”, son algunas de ellas.
Christian Cravo (BR) durante varios años revisitó Haití, en busca de las raíces afro-americanas que florecieron en esa isla, tan castigada desde corrupciones políticas a huracanes. “Nos Jardins do Éden”, expuesta en las hermosas y laberínticas salas de la embajada de Brasil, nos transporta a otros territorios haitianos lejos de la cotidianeidad. En el interior de grutas y generosas cascadas, hombres y mujeres se entregan en dolor y placer a rituales del Vudú. Cravo nos envuelve en ese místico y revelador encuentro.
Erika Diettes (CO) elabora la obra artística “Sudarios”, a partir de la realidad de violencia de su país Colombia. El trabajo parte de retratos de personas de diversos municipios de Antioquia, que fueron testigos de torturas y masacres, muchas veces de seres queridos. Impresos en grandes tela traslúcidas son exhibidos en espacios de culto. En este caso, la circulación por los pasillos superiores del Monasterio Santa Catalina de Siena, son el lugar ideal de contemplación y conexión con el dolor de esos rostros. La autora busca al compartirlos redimir parte del sufrimiento, ausencia y muerte que les dio origen.
Alinka Echeverría (MX), es su “Camino al Tepeyac” muestra una larga peregrinación de individuos y sus cargas de fe. Adecuadamente ubicados en el largo corredor del CCR, nos hace parte de ese tránsito kitsch de color popular. Los retratos despojados de todo contexto, sobre un fondo blanco, llevan a sus espaldas elementos religiosos y cotidianos. Solo debemos encorvarnos y hacernos depositarios de varios siglos de dominación desde la cruz, a la coca cola. La religión católica, esa gran carga heredada con la conquista, aún pesa en forma desmedida sobre muchas culturas de Sudamérica. Desde este pequeño país, Uruguay, que recogió en su constitución de 1918 el concepto de Estado laico, se declaró que Estado no posee, ni sustenta, ni enseña, religión alguna. Nos resultan distantes, entonces, ciertos rituales de autoflagelación y culpas, que se siguen practicando hasta nuestros días. Pero Echeverría nos vuelve al redil y nos ubica detrás de cada uno de sus personajes.
Solange Pastorino (UY), en “Fe y representación”, expuesta en la Alianza Francesa de Palermo, indaga en los amuletos y joyas religiosas que hombres y mujeres utilizan por creencia o moda. Establece un dialogo entre esos seres ataviados en la fe con imágenes estereotipadas en afiches populares, que se venden en calles y ferias a bajo costo. Algunos son precarias reproducciones de famosas obras del Greco, Rembrand o Dalí. Con un acertado manejo del color y la composición construye una obra contundente. Nos muestra que Uruguay, más allá de las leyes de los hombres, no esta libre de ciertos clichés de representación.
Sangre y arena
En la FotoGalería Banco Ciudad del Teatro San Martín se presenta la muestra “Los toros”, del fotógrafo norteamericano Michael Crouser. Un trabajo en blanco y negro, desarrollado durante 15 años sobre la pasión taurina. Ritual de vida y muerte; en cada plaza de toros que aún funcionan encontramos la capilla, donde se encomienda el torero antes de la faena. Pasión y fe hoy cuestionada por organizaciones defensoras de los animales. Michael Crouser supera las disyuntivas del tema y lo aborda con un sentido de estudio de rito cultural. Cual matador, Croser toma dominio de la escena y nos da el certero enfoque de vida y muerte en la arena.
De la no pasión
Próximo espacialmente a “Los toros” se expone “El elogio de la no-pasión”, de Roberto Fernández Ibáñez (UY), en otro de los espacios de la FotoGalería del Teatro San Martín. Incluso cercanos técnicamente pues ambos realizan personalmente una cuidada y laboriosa impresión de copias blanco y negro. Pero es en el tema y el abordaje del mismo en que ambos trabajos son diametralmente opuestos. Quizás la proximidad del contraste enfatice los valores de ambos proyectos. Como bien lo señala Juan Travnik, la no-pasión no es “una entrega a la apatía y el desinterés…es un acto voluntario y sostenido que finalmente conduce a una paradoja: la búsqueda intencional del desapego”.
Pasiones oníricas
Julieta Anaut (AR), participa en una muestra individual y un par de colectivas manteniéndose fiel a su intención creativa. Su obra, de gran solidez estética y lúcido contenido simbólico, se materializa, con un decir personal, en un relato onírico del universo femenino.
Ann George (EEUU), desde el sur estadounidense, en “The three chapter of illumination”, construye una fábula en la que utiliza la figura del lobo para escenificar lúgubres puestas en escenas. Alegoría de miedos fantasmagóricos, que son parte de lo humano en todas las culturas.
Arturo Aguiar (AR), en sus “Pasiones oscuras” pinta con luz sus escenas de ilusión. Cuidadas naturalezas muertas de delicados detalles y seductoras texturas. La fotografía fija ese instante en que cada pétalo bañado de luz es único. Estas imágenes causan una sensación ambigua, anidan la realidad y el último aliento, sólo en ellas se puede detener el tiempo real en el que las hojas se precipitan.
Paisajes
Las obras del mejicano Alfredo De Stéfano, nos rodean espacialmente ubicándonos ante distintos escenarios naturales de varios continentes. Espacios intervenidos performáticamente, en muchos de los cuales aparece la figura humana, en la solitaria inmensidad del entorno. Parados en el centro de la sala y rodeados de la amplitud de los espacios naturales, De Stéfano nos deja en solitud. La muestra induce a reflexionar sobre nuestro lugar en el mundo. Solitario transcurrir, en desiertos deshabitados. Al salir de la sala nos esperará la contención de un micromundo de afectos o volver a la marea de multitudes indiferentes de las grandes urbes.
La muestra “Encantamientos” reúne a Esteban Pastorino (AR) y a José Diniz (BR), generando un enfrentado diálogo por los contenidos abordados que se reafirman desde lo formal en los soportes elegidos. Pastorino nos hace transitar por un reiterativo y luminoso conjunto de rítmicos árboles, sobre un basamento pedregoso. Diniz en cambio nos presenta un conjunto de imágenes de agua de una gran densidad. La oscuridad de los cielos, el peso de la masa de agua, la solitaria atmósfera espesa, nos deja a la deriva y sin asideros.
Resistencia
Julio Pantoja (AR) nos ubica en un México de larga tradición de lucha social y resistencia, del que el arte a dado debida cuenta. Muralistas, pintores y fotógrafos han sido consecuentes con su creación artística, sin dejar de lado su compromiso social. El fotorreportaje, documentalismo y el retrato social, son algunas de las vertientes de la fotografía. Pantoja en “Mujer, maíz y resistencia”, se vale de algunos de estos recursos para crear una mirada propia. En fotos blanco y negro, en formato panorámico, se extienden los espacios de producción del maíz y algunos lugares representativos de la cultura mexicana. En ellos fija el foco de atención en retratos de mujeres activistas de la resistencia del cultivo sustentable del maíz o su utilización como forma de vida. Una blanca tela con bordados alusivos sirve de fondo o hilo conductor de una misma lucha.
Retratos
Fifi Tong (BR) vuelve a deslumbrarnos con la calidad de su trabajo “El tiempo está pasando”. El conjunto de excelentes retratos de personas de más de 100 años y la acertada inclusión de breves comentarios de los fotografiados, sobre el paso del tiempo, redondean una propuesta con la sensibilidad y rigurosidad propia de la autora.
Daniel Caldirola (AR) en “Juventud con variaciones” nos acerca otro segmento de edad para reflexionar en tono irónico sobre las relaciones en el universo de las redes sociales. Con desenfado, buena factura técnica, Caldirola construye un retrato de interrelación. Jóvenes, con variaciones de ánimo y actitud, parecen interactuar con el espectador, sin perder el vínculo con sus pares que aparecen en escena. El conjunto se convierte en una forma de interrogarnos sobre los límites de inclusión y diálogo.
“Protokoll”, de Christian Lutz (SZ), bien puede considerarse un retrato irónico del mundo político. La cara oculta de la moneda del poder. En imágenes de gran perfección técnica, profundiza en un ámbito al que generalmente nos es vedado entrar. Su mérito es no ridiculizarlo. Aún en el guiño agridulce de la trastienda, no pierde de vista al ser humano que, esta vez en traje de etiqueta, está atrás del esquemático protocolo.
Lo efímero
En “Proposición uno”, Max Esteban (ES) realiza la disección de objetos tecnológicos obsoletos de reciente uso en la sociedad. En un cuidadoso trabajo, que tiene muchas capas de elaboración y lecturas, Esteban radiografía la cualidad de obsolescencia de estos objetos. Elementos de comunicación, bellos, sofisticados, y ya inútiles, se nos presentan cuestionando nuestra propia capacidad de comunicación y existencia. Un trabajo de una gran creatividad y trabajosa producción, cuyo soporte fotográfico se convierte en registro forense de la precariedad y lo efímero de la existencia.
Y así se pasan los días. Se termina el tiempo y nos apuramos para ir a uno de los ineludibles lugares de exposición en el centro de Buenos Aires. A pocos pasos de la ruidosa y transitada avenida Córdoba, tomamos la calle Reconquista, flanqueamos una señorial puerta de madera para introducirnos en la calma de un jardín interior. Preámbulo que nos conduce hasta “Arcimboldo”, un lugar íntimo y cálido. Nos predisponemos a disfrutar del encuentro con la obra de Cayetano Arcidiácono (AR). En “Anónimos” no hay series. Los títulos no siguen un hilo conductor que nos guíe. Cada imagen se nos presenta con su particular construcción de formas, tan conocidas como asombrosas, invitándonos a completarla. La tersura de sus imágenes en blanco y negro, la exquisita gama de tonos, la impecable composición de cada obra nos depara un deleite renovado.
Domingo, último día. Dejamos un tiempo libre para darnos una vuelta por San Telmo. No da para ver, con la calma debida, la producción de libros de autor de Espacio Ecléctico. Todo no se puede. Optamos por visitar la última muestra posible: “Choro Alegre”. Su autora Ana Mendes (BR), instala en este barrio al sur, el clima de un local bailable de Santana en Porto Alegre. Las fotos registran la atmósfera y los personajes del Ipiranguinha Futebol Clube. Documenta la pasión y nostalgia de esos seres, no tan diferentes a los de un cafetín de Buenos Aires o los de una milonga montevideana. Dejamos un saludo en un cuaderno, como un mensaje que se lanza al río. En sintonía con la bohemia de la muestra, optamos por el azar del encuentro al email.
Para quien esto escribe fue una semana de mucha intensidad. Viendo muestras, presentándome al siempre enriquecedor visionado de portafolios, siendo seleccionado para que mi muestra “Autorretrato con Ropa” se expusiera nada menos que en la Escuela Argentina de Fotografía, sede organizativa del Festival y teniendo la posibilidad de hacer un taller de curaduría.
Mucho quedó por escribir en estos apuntes y otro tanto por ver. Viajamos por la Provincia de Buenos Aires para disfrutar de un asado en familia con amigos que llegaron de Comodoro Rivadavia. Nos llevamos nuevos autores en la retina y el reencuentro con gente venida desde Houston a Belén do Pará. De otros nuevos conocidos, lo conversado en una charla informal sobre la fotografía. Algunos se llevaron un poco de lo que hago en fotos. Sólo en la tanguera y nostalgiosa Buenos Aires podríamos compartir un café con lágrimas.
Espero que esta reseña sea un aporte, para intercambiar comentarios sobre lo visto, o motivar a quien esté pensando ir. Aún hay tiempo.
Hasta pronto,
José Pilone
(1) Provincias participantes: Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, San Luis, Salta, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Tierra del Fuego y Tucumán.
(2) Comité de selección: Silvia Mangialardi, Elda Harrington, Tony Valdéz y Juan Travnik