El segundo día de las Novenas Jornadas Sobre Fotografía tuvo como tema central “La subjetividad y los universos digitales. Dispositivos de captura digitales como sustitutos o complementos de la ausencia humana en la comunicación y expresión del campo afectivo/subjetivo”.
La primera conferencia, “¿Sobrevive la subjetividad a la muerte del index?”, estuvo a cargo del filósofo chileno Sergio Rojas. El autor señaló que la fotografía puso en crisis la noción de subjetividad en el arte, ya que “nos detiene ante un mundo que no vemos” pero existe. Para Rojas, “las imágenes no nos transmiten simplemente noticias de la realidad, sino que se ofrecen como la codificación de un mensaje ya digerido”. Asimismo, reflexionó que a partir de la fotografía digital estamos presenciando “todos los días un genocidio de imágenes sin que nadie llore por eso”, haciendo alusión a las miles de fotografías que se toman a diario en todo el mundo sin un destino cierto. “La realidad se ha vuelto intrascendente para los individuos” dado que “lo real ya no se encuentra en la puntualidad de los acontecimientos sino en los procesos (…) Implica una nueva idea de lo real y la simple seducción por la imágenes”. Como ejemplo de ello se refirió a la visita que realizó a la exposición de la World Press Photo en Santiago de Chile: “lo que yo veía eran imágenes impresionantes: ejecuciones públicas, cuerpos enfermos, ciudades devastadas, linchamientos, cadáveres, etcétera”. Sin embargo, la violencia de esas escenas contrastaba con varios comentarios de un público que no se refería al contenido de esas fotografías, sino a las imágenes mismas. “Los oía hablar de los tipos de cámaras, lentes y procesos digitales”.
La segunda ponencia estuvo a cargo de la Licenciada en Ciencias de la Comunicación Maia Vargas, Argentina, y se tituló “La fotografía y la muerte”. Vargas propone la reflexión, a partir de las obras de Barthes y Sontag, de “que toda fotografía es un documento de (la) muerte. Ya sea con la cámara como arma, que objetualiza, o la cámara como escudo, que se defiende de la muerte, buscando evadirla, o la fotografía como una herramienta que permite conjurar la muerte”. Para ello, abordó diversos casos que “dan cuenta de esa tensión entre la presencia/ausencia de la muerte en las fotografías”, realizando una revisión de esta representación a lo largo del tiempo. Uno de los ejemplos fue el de la fotografía “Muerte de un Miliciano” de Robert Capa, ícono de la guerra civil española. A través de esta imagen establece el paralelismo entre el "disparo" de la cámara y el del arma. Por otro lado el caso del periodista Henrichsen, muerto en Chile en 1973, quien filma su propia muerte y el cuerpo de su asesino. Cierra con la pregunta inicial de la ponencia: ¿por qué ante la muerte de un familiar querido toma una fotografía? Para “retener, detener y buscar sentido...”.
El fotógrafo argentino Martín Weber presentó su proyecto “Mario: Saved Calls”, trabajo iniciado en 2007 en torno a la figura de su padre, que se expone actualmente en la CdF Sala. “Mi padre tenía una obsesión en sus días finales: se iba, decía, sin dejar nada por lo que pudieran recordarlo”. El trabajo consta de una serie de doce retratos: once del rostro de su padre y un retrato del fotógrafo tomado por su padre a partir de sus indicaciones. “Para mí -señaló Weber- era importante recobrar ese momento de la fotografía. Hace tiempo reflexiono cuánto tiempo nos tomamos para hacer retratos”. El autor dividió su tiempo entre Buenos Aires y Nueva York, pero por muchos momentos el encuentro familiar se generaba a larga distancia a través de Skype, y es allí donde surge este proyecto que cuenta con videocapturas de sus charlas.
La artista brasilera Anaisa Franco presentó su trabajo “Entre el arte electrónico y la escultura interactiva”, en la que mostró el proceso de construcción de sus obras en el ámbito de la robótica y de la escultura electrónica -como el caso de su instalación “Expanded eye”, entre otras-, y cómo le proporciona “sueños, imaginaciones y sentimientos” a las esculturas interactivas.
La artista brasilera Rennó reformuló la premisa de Cordeiro proponiendo que "nuestra tarea en el presente es revolver en el pasado los futuros soterrados" y se pregunta cómo hacerlo, "porque si el pasado no es algo que me pertence como memoria ¿qué pasado es ese? Se confunde entonces con los documentos, archivos y cajas llenas de fotos y si no tenemos estos documentos no hay futuros soterrados por mirar. Rennó, haciendo referencia a lo comentado por Rojas sobre los museos de la memoria, se preguntó "¿por qué yo no puedo hacerlo en Brasil, en mi país?", cuestionando la imposibilidad de revisar en su pasado, el pasado reciente de su país.
* Término utilizado en Estados Unidos para referirse tanto a los usuarios de la web como a los consumidores de droga.