Ganador del llamado a Fotolibro 2013 del CdF, “La Isla del tesoro”, del fotógrafo uruguayo Federico Estol (1981), plantea su visión sobre dos situaciones que tiene lugar de forma simultánea en Islas Caimán: la Pirates Week -una fiesta nacional que evoca los momentos en que piratas y bucaneros escondían sus tesoros en la isla-, y el mundo empresarial financiero que se plantea cotidianamente en el mismo espacio. En esta entrevista el autor refiere a las particularidades del desarrollo de este trabajo, su presentación como Fotolibro y las diferencias con sus anteriores proyectos.
“Sorprende el paralelismo entre la antigua época de las Islas Caimán y su situación actual: piratas y ejecutivos haciendo lo mismo de siempre, buscando un buen lugar donde esconder sus tesoros”.
¿Cómo surge el interés por desarrollar tu trabajo “La isla del tesoro” y cómo fue su proceso de realización?
La idea de desarrollar la serie surge por mi interés en historias donde la ficción y la realidad tengan una conexión importante que impulse la narrativa visual. Desde que me enteré que existía una fiesta dedicada a la cultura pirata en Islas Caimán, solo pasaron seis meses en decidirme a ir. Siempre supe que la isla era un paraíso fiscal, lo cual desde mi punto de vista resulta nefasto para la humanidad y genera consecuencias muy negativas, los uruguayos lo sabemos bien desde la crisis del año 2002 donde en este pequeño punto del mar Caribe terminaron varios de los ahorros de mucha gente. Resulta interesante que no existan muchas historias visuales sobre este tema y la idea era develar esta realidad. Para hacer este trabajo estuve un mes en las islas y tuve que trabajar camuflado como turista o con vestimenta formal para asistir a eventos sociales. Existe una ley muy estricta que no permite hacer trabajos periodísticos en el centro financiero sin autorización y uno puede terminar en prisión por este motivo. Esta situación me incentivó a seguir y en los primeros días no fue fácil, sobre todo porque solo hay turistas de crucero y ejecutivos en la calle donde un fotógrafo puede ser identificado con facilidad. Luego de producir el trabajo comencé con la edición y la preparación del fotolibro para la cual tuve ocho meses antes de la convocatoria del CdF.
La modalidad de Fotolibro LA es abierta en cuanto a formato y es la que más me interesa, es un sueño que exista en Uruguay. La convocatoria es abierta a toda Latinoamérica y es una buena oportunidad para el desarrollo de una publicación tal cual el autor la desee. Yo pienso que el fotolibro es el soporte ideal para un proyecto y es algo tangible que trasciende en el tiempo. Los fotógrafos uruguayos mayoritariamente digitales debemos apelar a estos formatos artesanales que nos devuelven la materialidad a nuestra obra y nos hace sentir aquello artesanal que tenía trabajar en el cuarto oscuro. La posibilidad que ofrece el concurso ediciones del CdF es el de publicar historias que a una editorial no le interesaría por razones de mercado y/o políticas, creo que mi libro “La Isla del Tesoro” por su temática no lo hubiera podido concretar si no era por este llamado.
Tu primer libro -“Fiestas del Uruguay”-, trata sobre festividades locales, pero tus dos siguientes publicaciones -“Hello Montevideo” y “La isla del Tesoro”- fueron realizadas en el exterior. En tu experiencia, ¿cuáles son las diferencias en la producción de proyectos fotográficos dentro y fuera del país?
Creo que la diferencia de producir proyectos afuera o adentro depende primeramente de la historia. Mi libro de “Fiestas del Uruguay” es generalmente apreciado por público local y lo mismo me pasa con “Hello Montevideo” que fue hecho en EEUU. Estas dos series me ayudaron a divulgar mi trabajo en Uruguay y estoy muy contento con la difusión que han tenido. El proyecto “La Isla del Tesoro” realizado hace menos de dos años tiene la característica de ser universal y es una historia que puede ser interpretada por todo el mundo. Desde que salió a la luz pude presentarme a convocatorias de festivales en el exterior y pude hacerme conocer internacionalmente. Con esta serie participé en eventos destacados como el Noorderlicht photofestival en Holanda, Backlight Photofestival en Finlandia y el festival Paraty em Foco en Brasil. Hoy en día existen llamados abiertos en muchos festivales y si tu trabajo es bueno podes desarrollarte desde cualquier lugar.
Federico Estol (1981)
Para escuchar un encuentro con el autor en CdF ver aquí.
Este trabajo fue seleccionado en la Convocatoria 2013 de CdF Ediciones. Apuntando a estimular la producción de trabajos fotográficos y a promover la realización de libros de fotografía, desde el año 2007 el CdF mediante convocatoria pública edita anualmente un Libro fotográfico de autor UY. En 2008, buscando estimular también la producción escrita, se agregó una convocatoria para la edición de un libro de Artículos de investigación sobre fotografía; en 2009, una convocatoria para Latinoamérica de Libro fotográfico de autor LA; y en 2011, un llamado para sendos Libros de investigación sobre fotografía, para Uruguay y Latinoamérica. Sumándose a esos llamados, en 2012 se lanzó la categoría Fotolibro, en la que cada postulante puede elegir libremente el formato y las características del libro.
La selección de Libro fotográfico de autor UY, Libro fotográfico de autor LA y Fotolibro estuvo a cargo de Leandro Villaro (AR), seleccionado por el CdF como jurado en Latinoamérica; Diego Tocco (UY), elegido por el CdF como jurado en Uruguay; y Gustavo Maca Wojciechowski (UY), en representación de los participantes.
La selección de Artículos de investigación sobre fotografía y de Libro de investigación sobre fotografía, estuvo a cargo de Claudia Feld (AR), seleccionada por el CdF como el jurado en Latinoamérica; Ana María Rodríguez (UY), elegida por el CdF como jurado en Uruguay; y Mónica Maronna (UY) en representación de los participantes. Las bases del llamado se encuentran disponibles en el sitio web del CdF.